
Fürst Wallerstein Landsknecht Dunkles Kellerbier (también conocida como Fürst Wallerstein Landsknecht Dunkel Naturtrüb) - http://www.ratebeer.com/beer/furst-wallerstein-landsknecht-dunkles-kellerbier/10171/
Otra de las birras de super que compré en Mittenwald fue esta dunkel de la Wallerstein Brauhaus (que, curiosamente, no está particularmente cerca de Mittenwald). En su momento ni me fijé, pero pinta curiosa, pues es, en teoría, sin filtrar (de ahí que la etiqueten como kellerbier oscura).
Servida esta alemana es, efectivamente, oscura, con el bonito color entre granate y violeta de las dunkel lager, pero no se la ve especialmente turbia, más bien parece transparente.
Al asomar la nariz era dulce, como acaramelada, pero cuando la espuma se disipó... um, olía como oxidada, pelín metálica. No especialmente molesto, pero desde luego no agradable.
El sabor era tirando a dulce de nuevo, acaramelada pero realmente suave, ligeramente aguada, con poca burbuja y quizá con la misma nota oxidada, muy al fondo, eso si. Con los tragos fue ganando, cogiendo unos toquecillos entre chocolate y nueces bastante majos, al menos eso decía mi lengua.
Se bebía sin problemas y podría decir que estaba rica, pero con el nivel que hay por estas tierras, me pareció bastante normal. Es posible que la botella no estuviese en su mejor momento, no me importaría darle otra oportunidad si me la encuentro por ahí. Además, como siempre no saldría caro: me costó unos 0.90€ en el Rewe de Mittenwald.

Svijanská Kněžna 13° - http://www.ratebeer.com/beer/svijanska-kn283382na-13o/13109/
Continúo dando buena cuenta del alijo de cerveza checa que me regaló Michal con esta dunkel lager (aunque en su tierra parece que sería una tmavý) de la cervecera Svijany, de la cual probé alguna cosa en Praga, y me gustó bastante, aunque la única botella que he tomado de ellos, la Baron, me decepcionó un poco.
Servida es oscura, transparente y con un bonito color entre granate y violeta a trasluz, y una espuma beige y compacta. Luce interesante 🙂 .
El aroma no es muy intenso, pero es realmente agradable, invita al trago: dulce tipo chocolate con leche al principio, luego me parecía que cogía un tono ligeramente como a fresas 😀 curioso. Además, aspirando bien se dejaba notar ese toque con el que me gusta bromear que llamo a maltas asadas (no llega a ser tipo quemado, tipo stout, ya que todavía domina el dulce).
El trago es curioso. Al principio no tanto, me pareció, siguiendo al aroma, dulce a chocolate, algo acaramelada, pero con el sabor más tostado (o asado 😆 ) dominando más y quedándose bastante en la lengua, de forma agradable. Pero a la vez... no sé, me recordó a frutos secos, a nueces quizá, y a pan negro.
La verdad es que estaba muy buena, con sus más o menos inofensivos 5.2º, su delicioso aroma y su contraste entre dulce chocolate y amargo tostado. Sería mi dunkel de cabecera (con permiso de la deliciosa Hacker-Pschorr) si la tuviese a mano. Como fue un regalo no sé el precio, pero apuesto a que, siendo de donde es, saldría barata.

Primátor Double 24° (Specialni Tmavé) - http://www.ratebeer.com/beer/primator-double-24o-specialni-tmave/17353/
Y continúo dando buena cuenta del alijo de cerveza checa que me regaló Michal con esta Primator Double, la más fuerte de la casa.
Esta doppelbock (o speciální tmavé si le preguntamos a un checo, que en este caso sería lo suyo 🙂 ) tenía el típico aspecto de una lager oscura, negra a la vista y entre granate y violeta a trasluz, tirando a transparente, y con una apetitosa espuma beige que además era cremosa y duradera.
Nada más abrirla ya despedía un agradable olor dulce, acaramelada como las otras Primator que he probado, pero servida cambiaba para mejor: seguía siendo dulce pero tirando más a chocolate, con más toques a quemado, a maltas asadas que diría alguno (aunque nunca he olido maltas asadas, me imagino que huelan a esto 😆 ).
El sabor era extremadamente dulce, muy a chocolate y a azucar moreno, acaramelada, pero de alguna manera, al tener un toque a quemado en el regusto (tipo café) y al ser un punto alcohólica (no en vano tiene 10.5º, ojito), no se hacía pesada ni llegaba a empalagar. Me pareció un poco rollo licor (por ejemplo con el licor de café me pasa esto mismo: siendo muy dulce, nunca me resulta empalagoso).
Pues estaba bien buena, quizá demasiado dulce, pero olía de lujo y me pareció un buen acompañamiento para un guiso sabroso e invernal (en mi caso tenía unas albóndigas bien de salsa 🙂 ), ya que al ser tan potente, no perdía fuelle.

Budweiser Budvar Tmavý Ležák Dark Lager (aunque en la etiqueta pone Budějovický Budvar Czech Imported Dark Lager) - http://www.ratebeer.com/beer/budweiser-budvar-tmavy-lezak-dark-lager/36339/Esta dunkel checa es la compañera negra de aquella Budweiser checa rubia que me tomé hace tiempo y cuya etiqueta tan despistado me dejó (por aquel entonces no conocía la historia de su nombre, no confundáis esta checa con la famosa e infame estadounidense). El caso es que aquella rubia no me sedujo, pero probé ambas de barril en Praga y recuerdo que estaban riquísimas, así que me la traje del Alcampo para ver si nuevamente el barril marcaba la diferencia o no.
Empieza bien, luciendo oscura, negra la vista y entre granate y violeta a trasluz, transparente, y con una espuma beige muy cremosa.
El aroma me pareció delicioso, acaramalada y achocolatada, y a la vez amarga tipo quemado, y de alguna manera (o quizá por pura sugestión) me hizo pensar en una lager. Algo hay en ese tipo de levaduras que las delatan... o quizá de nuevo es mi cerebro 🙂 . Fue curioso porque al principio era intensa y luego perdió fuelle (seguía oliendo muy bien, pero muy poco).
El sabor no me decepcionó, me recordó mucho a las ricas dunkel que tomé en Bavaria este verano, con ese dulce a caramelo junto con el punto amargo quemado de una cerveza oscura (que fue dominando con el paso de los tragos, quizá recordando incluso un poco al café), sin nada que sorprenda, ni falta que le hacía.
Tenía quizá un puntito aguada, muy ligero, pero vaya, es una cerveza de 4.7º que baja a una velocidad espectacular, para tomar varias pintas con alegría, sencilla y refrecante que da gusto.
Pues aunque la de barril la recuerdo mejor (sé que es lo típico que se dice, pero en mi caso sólo he notado diferencias palpables por mi con las cervezas checas), me pareció muy buena cerveza. Encima es barata y accesible (1€ en el Alcampo).