Augustiner Laberbier Hell
Augustiner Laberbier Hell - http://www.ratebeer.com/beer/augustiner-lagerbier-hell/9604/
Para despedir el verano y como contexto para contar mi beerano cervecero, tenía preparada esta botella de la cerveza reina en Munich. No es raro ver a gente con varias cajas de 20 de esta lager alemana, cuya popularidad aquí no igual ninguna otra cervecera local.
Servida, es rubia, amarilla clara, transparente como pocas y con algunas burbujitas pequeñas y una espuma gaseosa que desapareció bastante rápido.
El aroma es bastante más intenso que otras compañeras del estilo, aunque no más agradable que las reinas del género. Es el típico aroma a helles alemana, a malta, pero con un toque curioso como a húmedo, a viejo, pero también un ligerísimo toque quizá... metálico, como a "cerveza de borracho" :lol:. Era sutil, pero eso y la no espuma me hicieron pensar que quizá esta botella haya sufrido algo... aunque con los tragos lo dejé de notar y me pareció que cambiaba para ser más cítrica e incluso noté un poco de olor a fresa 😕 .
Al pegarle un trago en cambio era muy ligera, aunque picosilla en garganta, nuevamente con ese sabor a lo que yo siempre llamo "cerveza rubia de toda la vida, pero en versión agradable" 😆 . Lo que viene siendo un dulce a malta con un ligero (en ésta, ligerísimo) amargor que a mi me hace pensar un poco en hierba, pero que no es el típico amargor con mucho sabor propio de las cervezas más lupuladas. Como con el aroma, se me hizo más cítrica y rica con los tragos, curiosamente.
En fin, una cerveza ligera, sencilla, refrescante y de muy fácil trago, para beber a litros (aunque como a todas las alemanas le sobra un gradito para que yo me pueda permitir eso sin sufrir, ya que tiene 5.2º), y que está bien buena (aunque es curiosa la gran diferencia que hay con su versión de tonel, yo que pocas veces noto estas cosas). El precio es incluso algo más bajo que de costumbre, 0.75€, aunque teniendo la Ayinger a casi el mismo precio, me quedaría con aquella.
Mi Beerano Cervecero 2013 o #MBC13
Pau nos animó allá por junio a que, terminado el verano, contáramos alguna anécdota o experiencia relacionada con la cerveza vivida durante el mismo. La verdad es que no soy muy de batallitas, pero si a nivel cervecero tuviese que definir este verano, para mi sería "el verano que redescubrí la cerveza de toda la vida".
Siempre que leo cómo la gente explica sus "orígenes cerveceros" hay una parte común: la mayoría de las veces la gente ya era cervecera antes de descubrir un mundo más allá de las pale lager que copan el mercado y que son en lo que la mayoría de gente piensa cuando le hablan de cerveza.
Sin embargo, el caso es que a mi la cerveza no me gustaba demasiado. Me bebía alguna cerveza de guindas a brevas, pero sólo si estaba muy fría, y el motivo muchas veces era que no soy muy amigo de los refrescos y la mayoría de veces que sales a tomar algo, beber agua resulta un poco raro. Como ejemplo ilustrativo, jamás se me ocurría abrirme una lata o botellín de cerveza en casa para acompañar la comida, salvo una Franziskaner cada muchos días, que era lo único que conocía que se saliera de Mahou y demás clones.
En cierto momento descubrí la cerveza belga, me empecé a aficcionar a ella, luego probé otras cosas, y descubrí muchos estilos, sabores, colores, etc... pero pocas o ninguna lager rubia, ya que las pocas que encontraba me parecían la mar de aburridas o tenían ese sabor que encuentro desagradable en las "cervezas de toda la vida".
Luego resultó que me vine a vivir a Munich y aunque al principio ocupé mi tiempo con mucho trigo, unas pocas doppelbocks y alguna que otra kellerbier (ya que las helles, estilo de pale lager alemana por excelencia, no me llamaban mucho la atención), un día un compañero de trabajo me regaló una landbier la mar de sencilla, pero tremendamente rica.
Recuerdo mis esfuerzos tratando de describir a qué sabía y olía aquello, para sólo concluir que... coño, es que huele y sabe a cerveza, a la de toda la vida (lo cual provocó cierto cachondeo totalmente justificado 😀 ). Esto se ha repetido posteriormente con otras cervezas que he probado, cuyo otro denominador común ha sido lo mucho que me gustaron (empezando por la fantastica Jahrhundert Bier, la reina en botella de este verano, continuando con la Andechs Vollbier, cuya marca nunca decepciona, y terminando con otros cuantos ejemplos más, algunos de marcas locales de las que nunca había oído hablar).
Y la razón de haber escogido esta entrada para contar mi beerano cervecero ha sido precisamente que la culminación de este "descubrimiento" fue para mi esta Augustiner Helles que hoy me ocupa, aunque no de botella ni barril (que también están ricas), sino de tonel de madera y servida por gravedad, como la tienen en, entre otros, los festivales cerveceros de Munich (no sólo en el Oktoberfest, sino también en el menos espectacular pero más acogedor Frühlingsfest), la taberna Augustiner Bräustuben, y, muy especialmente, el Hirschtgarten, mi sitio favorito en esta ciudad.
El perfecto ejemplo de lo que ha supuesto este beerano es que antes del mismo consideraba mi momento cervecero favorito como ese viernes noche en casa con mi mujer o solo, viendo una buena serie acompañada de una imperial stout bien potente. Pero ahora, no puedo imaginar mejor plan que, sin cambiar la compañía, pasar la tarde en el Hirschgarten en un día soleado con un par de jarras de litro de esa rica y sencilla cerveza, unos aperitivos traidos de casa, dejando pasar las horas, viendo a los ciervos, leyendo un libro, tomando el sol... en fin, disfrutando del gemütlichkeit por el que tanto les gusta brindar aquí.
En fin, menudo tocho, y todavía me atrevo a abrir diciendo que no soy muy de batallitas 🙄 😆 .
Andechser Bergbock Hell
Andechser Bergbock Hell - http://www.ratebeer.com/beer/andechser-bergbock-hell/6004/
Justo tras leer esta mañana la ilustrativa entrada de Lupuloadicto sobre las bock en general y las maibock en particular, me hice con esta heller bock en una productiva visita a un getränkemarkt (una especie de supermercado de sólo bebidas). A grandes rasgos, una bock (que significa cabra) suele ser una alemana algo más subida de tono que las habituales (aunque dentro de las cervezas fuertes o starkbier serían las más suaves), siendo la heller bock la versión rubia de este estilo.
Esta de la cervecera Andechser (que hasta ahora sólo me ha ofrecido cervezotes) lucía efectivamente como una helles, rubia, transparente, y de burbuja fina, con una espuma a la que le costó formarse pero que luego aguantó el envite bastante bien.
Al acercar el hocico sin embargo no olía a casi na, o eso me pareció al principio. A base de insistir, tímidamente. asomó ese olor a malta que tanta chanza causó el otro día 😀 y que parece característico de las helles, pero poco a poco fue volviéndose más dulce, como a flores. También me hizo pensar en hierba y poco a poco en eso que mi cabeza define (sin fundamento alguno) como lúpulo viejo, una mezcla entre hierba y paja que aparecía muchas veces en la Keller de Hacker-Pschorr. Vamos, que al final olía cojonuda 😆 .
El sabor era tirando a dulce, al principio pensé que era como florar pero luego ... yo creo que era miel. Le dí unas vueltas y cuando pensé en eso ya no se me fue, y eso que no me pareció nada empalagosa... Después de unos tragos, me dio la impresión de dejar un regusto a melón.
Dejaba el paladar muy seco pero bastante limpio, aparte de un ligerísimo amargor. Sus alegres 7º resultaron imperceptibles para mi, lo que unido a que era bastante refrescante y que venía en botella de medio litro, la convertía en algo traicionera. Curiosamente, al acompañar la segund mitad con la cena, si que me supo algo alcohólica 😕 .
Me pareció una cerveza de esas muy bien hechas, todo en su sitio y con mucho más de lo que aparentaba en los primeros tragos. Muy recomendable. Aun así no soy nada fan de la miel, por lo que aun sabiéndome buena, a mi me cansó un pelín. Me costó 0.89€ en el Orterer.
Augustiner Dunkel
Augustiner Dunkel - http://www.ratebeer.com/beer/augustiner-dunkel/9603/
Tras una muy decente dunkel el otro día, tenía curiosidad por ver qué tal se movía una marca tan bávara como Augustiner en este terreno. Ésta alemana lucía granate, muy oscura, incluso dando sensación de turbia, aunque creo que era transparente a transluz.
Al acercar el hocico me empezó oliendo muy dulce, a caramelo, a piruleta casi, a la vez maltosa, pero al aspirar más me vino ese aroma de la keller de Hacker-Pschorr que me tiene tan desconcertado, como a viejo, un poco a paja o heno. Um, quizá es madera?
El sabor era algo más soso. Muy refrescante, dulce y agradable, con un regusto pelín amargo, poca burbuja y muy ligera. Muy cumplidora, una cerveza para beber a litros, pero nada del otro mundo.
Estaba buena, quizá pelín anodina (aunque el aroma si me pareció curioso), pero perfecta para el día a día (más teniendo en cuenta sus 5.6º, no demasiado peligrosos). Me costó algo más cara que otras, alrededor de 1€, porque la adquirí en el Galeria Kaufhof (una especie de El Corte Inglés de aquí)
Hacker-Pschorr Münchener Kellerbier – Anno 1417
Hacker-Pschorr Münchener Kellerbier - Anno 1417 - http://www.ratebeer.com/beer/hacker-pschorr-munchener-kellerbier--anno-1417/18207/
Esta kellerbier (la traducción del estilo sería algo como cerveza de bodega) alemana de la gente de Hacker-Pschorr (otra de las cerveceras emblemáticas de Munich) me dejó muy buen recuerdo cuando la probé el verano pasado, y tenía curiosidad por probarla de nuevo. Servida es turbia como ella sola, naranja y con una espuma cremosa y que se pega al vaso.
Al acerca el hocico el aroma es realmente agradable, muy directo, me recordó bastante a una cerveza de trigo, no de las que huelen a plátano sino de esas que me hacen pensar en cereal o pan, con un toque dulce que a mi me hizo pensar en cuando estoy pelando una naranja 😆 .
El sabor de esta botella era bastante ligero, muy refrescante y suave, recordándome de nuevo un poquito a una cerveza de trigo, nuevamente a esas que son más tipo cereal que tanto me gustan, con un final amargo muy suave.
Puntualizo lo de esta botella porque desde que estoy aquí la he probado dos o tres veces más y en todas se notaba en el sabor algo como a campo, a paja, heno o algo similar, algo viejo, recordando incluso un poquito a algunas belgas tipo saison. Además era bastante notorio y dominante (para mal o para bien dependiendo del gusto, ya que puede desagradar) pero esta vez nada :-/ .
Aun así está muy buena, es tremendamente refrescante, sus 5.5º no son un peligro y sale a 0.85€ el medio litro en el Tegelmann, lo que la convierte en una cerveza para tener siempre lista para el aperitivo 🙂 .