Primátor Weizenbier - http://www.ratebeer.com/beer/primator-weizenbier/36953/
Pues fue casualidad que lei esta entrada de Max y un par de días después, reorganizando las birras para hacer hueco, encontré la mencionada weisse, que todavía me quedaba del alijo de Michal, así que me dije "habrá que probarla" y como me contesté "tú mandas" la eché a la nevera 😆 .
Servida, esta cerveza de trigo checa lucía muy apetecible, naranja oscura, turbia y con levadura flotando, y una espuma cremosa de las de hacer copete, como me gusta a mi 🙂 .
Olía bastante dulce, muy tipo birra de trigo alemana, pero de las mezclan un rollo como tirando a chicle de fresa (al principio era algo que me hacía pensar en vainilla, ahora lo tengo más asociado a eso) con eso tipo miga de pan tan típico de una weisse bávara.
El sabor es peculiar, muy agradable, muy parecida al aroma al principio (panera y dulce afrutada) y dejando un regusto la mar de curioso que no sabría explicar bien, era como un poco cítrico o quizá tipo hierba, y se quedaba en toda la boca e forma peculiar. Diría que en ese regusto quería ser ácida, pero lo disimulaba la mar de bien (que esto tenga sentido o no es otro tema 😆 ), y quizá era la levadura, pues la que quedó en el culo de la botella parecía oler similar.
En cualquiera caso ese regusto la hacía más refrescante, adictiva si me apuras, a lo que contribuía su muy fina y picosa burbuja y sus moderados 5º, al menos de lo habitual comparada con las bávaras.
Pues estaba muy buena, quizá pelín dulce para mi, pero ese regustillo me gustó mucho, y la vi ideal para tomar a la solana como aperitivo. No sé lo que costaría, pero imagino que siendo checa y típica, bien poco 🙂 .

Primátor Double 24° (Specialni Tmavé) - http://www.ratebeer.com/beer/primator-double-24o-specialni-tmave/17353/
Y continúo dando buena cuenta del alijo de cerveza checa que me regaló Michal con esta Primator Double, la más fuerte de la casa.
Esta doppelbock (o speciální tmavé si le preguntamos a un checo, que en este caso sería lo suyo 🙂 ) tenía el típico aspecto de una lager oscura, negra a la vista y entre granate y violeta a trasluz, tirando a transparente, y con una apetitosa espuma beige que además era cremosa y duradera.
Nada más abrirla ya despedía un agradable olor dulce, acaramelada como las otras Primator que he probado, pero servida cambiaba para mejor: seguía siendo dulce pero tirando más a chocolate, con más toques a quemado, a maltas asadas que diría alguno (aunque nunca he olido maltas asadas, me imagino que huelan a esto 😆 ).
El sabor era extremadamente dulce, muy a chocolate y a azucar moreno, acaramelada, pero de alguna manera, al tener un toque a quemado en el regusto (tipo café) y al ser un punto alcohólica (no en vano tiene 10.5º, ojito), no se hacía pesada ni llegaba a empalagar. Me pareció un poco rollo licor (por ejemplo con el licor de café me pasa esto mismo: siendo muy dulce, nunca me resulta empalagoso).
Pues estaba bien buena, quizá demasiado dulce, pero olía de lujo y me pareció un buen acompañamiento para un guiso sabroso e invernal (en mi caso tenía unas albóndigas bien de salsa 🙂 ), ya que al ser tan potente, no perdía fuelle.

Primátor Exkluziv 16° - http://www.ratebeer.com/beer/primator-exkluziv-16o/15578/
Y sigo dándole al lote que me regaló Michal, en este caso con esta heller bock (aunque seguro que en la República Checa se considera de otro estilo 🙂 ) de la cervecera checa Primator. Así que sobre el papel, rubia subidita de alcohol (sin pasarse) y tirando más a malta que otra cosa. Pero ya se sabe que los papeles son aburridos, así que al lio.
Servida, lucía naranja oscura, ambar que le llaman, transparente y con algunas burbujas muy pequeñitas y dispersas, además de una espuma blanca bastante consistente.
El aroma era parecido a lo que recuerdo de su hermana mayor la Rytírský, un agradable olor dulce, muy acaramelada pero no empalagosa, recordándome de nuevo a miel, y un poco a pan. Suena a risas, pero me imaginaba una tostada untada con miel 😆 .
Al darle un trago, me sorprendió: iba esperando de nuevo una buena bofetada de dulce, pero me pareció bien compensada: al principio, acaramelada, un poco a miel de nuevo, y justo antes de empalagar como lo hacía la antes mencionada Rytírský, tenía su buena dosis de amargor de los de "lager clásica europea", o lo que yo entiendo por eso: un amargor sin mucho sabor propio, pero que en este caso compensaba el dulzor haciendo el trago bastante agradable.
Aun así a lo largo de los tragos el regusto era dulce, tipo miel o toffee, o un caramelo de esos Werther's Original 😆 haciéndola, para mi gusto, más apropiada para acompañar algo sabroso y contundente, tipo carne guisada (y así de paso tener algo con lo que amortiguar sus nada desdeñables 7.5º).
En cualquier caso me gustó, estaba buena y era agradable. Nuevamente estaba un poco más en el lado dulce de la vid... digo de la birra de lo que a mi me gusta, pero aun así repetiría. Y ateniéndonos a lo que parece norma con una birra checa, seguro que fue barata.

Primátor Rytírský 21° - http://www.ratebeer.com/beer/primator-rytirsky-21o/13106/
El amigo Michal, oriundo de Praga, se marcó un regalazo tras una conversación cervecera durante la Oktoberfest. Decidí empezarlo por esta Primator, una checa de Pivovar Náchod, catalogada en Ratebeer y otros como imperial pilsner, una de esas denominaciones controvertidas. Ellos por su parte la catalogan como algo tipo "blond porter" que también tiene su miga 😀 .
En fin, que si está rica, a mi todo eso... plin. La birra en cuestión era naranja ambar, totalmente transparente, con una generosísima espuma y poca burbuja.
Al acercar el hocico al agujero, olía dulce, a miel (ay malpensados 😆 ), pero no me desagradó como a veces... servida seguía un poquillo por ahí, me pareció también algo acaramelada y en ciertos momentos me recordó a una belgian strong ale tipo la Bush, algo afrutada y con un poquito de alcohol asomando.
El trago en cambio era extremadamente dulce, nuevamente me hizo pensar en primer momento en miel, también era un poco miga de pan (jajaja, imagináos una tostada de pan blanco untada con un buen chorrazo de miel 😆 ).
El alcohol se dejaba sentir, pero no molestaba, sólo estaba ahí avisando "ojini, que tengo 9º de nada". A Carol por su parte le encantó, y dijo que "sabía a otras" :lol:.
Me quedé con una sensación agridulce: por un lado me pareció bastante bien hecha, sabrosa y bebible a pesar de ser cañera (y traicionera), y la imagino como gran compañía de un guiso sabrosote de esos tipo gulash. Pero se me hizo algo empalagosa para mi gusto. Aun así, estaba buena y repetiría alegremente (pero no a palo seco), sobretodo porque debió ser una ganga visto los precios de la República Checa.