’t Hofbrouwerijke Ceci n’est pas une Saison
’t Hofbrouwerijke Ceci n’est pas une Saison - http://www.ratebeer.com/beer/t-hofbrouwerijke-ceci-nest-pas-une-saison/160299/
Viernes y sólo en casa, se terciaba subir al desván y bajarse alguna cosita cachonda. Me pareció el caso de esta belga de la micro ’t Hofbrouwerijke que compré hace más de año y medio ya y que, pese a lo que dice su nombre, es una saison 😀 .
Servida lucía muy bien, con un colorcito naranja claro, turbia y con una espuma jabonosa bastante maja.
Asomaba la nariz me gustó lo que vino, aunque estuviese un poco atenuado. Era un olor dulce que enseguida me hizo pensar en su homóloga de Fantôme, recuerdo que aquella vez lo identifiqué con una mezcla entre menta y fresas, y es que esta vez me vino a la cabeza exactamente lo mismo 😀 .
El sabor era otra cosa, aunque me gustó también: afrutada, me pareció bastante belga pero un punto lupulada, sobretodo al principio me dio esa impresión y me gustó. Tenía ese toque típico de las saison que es en lo que yo pienso por ahí cuando leo que una birra es terrosa, así como áspera, y que curiosamente también tienen muchas kellerbier alemanas.
La verdad es que me gustó, me pareció una muy buena saison, que olía muy curiosa y agradable y compensaba bien el dulce típico belga con una agradable pero controlada de amargor lupulero. Para repetir, aunque me da que no se encuentra fácilmente. Me costó unos muy decentes 5,69 EUR en el Bierkompass.
De Ranke Noir De Dottignies
De Ranke Noir De Dottignies - http://www.ratebeer.com/beer/de-ranke-noir-de-dottignies/90839/
Y de una ligerita helles a esta bestia parda de De Ranke, cevecera belga que no suele fallar (de hecho, su Cuvee debe estar entre mis 5 cervezas favoritas, gracias Pau por el descubrimiento!).
Esta belgian ale era oscura, entre granate y marrón a trasluz, y con una espuma cremosa bastante maja (que por cierto, se salía lenta pero inexorablemente una vez abierta la botella).
Olía realmente belga, en seguida me hizo pensar en la reciente quadrupel de Straffe Hendrik, con esa mezcla dulce de chocolate o quizá bizcocho y fruta oscura y madura (o al menos eso es lo que me viene a mi, aunque luego pienso que huele a higos y ese tipo de fruta dulce y empalagosa) que a ratos me huele tipo licor (leyendo la mencionada Straffe, veo que me recordó al ron, y la sugestión hizo que ésta también lo hiciese un poco). Aun así me pareció más moderada que aquella.
Y lo mismo me pasó con el trago: visto el aroma esperaba una explosión de sabores, pero me pareció que guardaba las formas de manera muy elegante: era ligeramente dulce, si, afrutada, claro, pero sin perder la compostura, con un toque a quemado que la acercaba timidamente a una stout, y un regusto amargo que la hacía parecer lupulada, aunque dudo que lo fuera.
La verdad es que lo que quedaba una vez tragada era la mar de agradable, muy imperial stout belga, con ese contraste entre dulce afrutado y amargo cafetoso y quemado.
Elegante, potente y traicionera, me pareció una de esas birras de monóculo, como aquella fantabulosa Hercule Stout, aunque aquella me gustó más (el estilo es más de los míos también). Muy buena, y además, como suele pasar con esta cervecera, el precio fue razonable: me costó 5.80€ la botella de 75cl en el Bierkompass.
Schübel Bräu Pressecker Drachenseidla
Schübel Bräu Pressecker Drachenseidla - http://www.ratebeer.com/beer/schubel-brau-pressecker-drachenseidla/121157/
Pues tras una pequeña decepción en forma de imperial stout con barrica, había que irse a algo que fuese todo lo contrario, y esto sólo podía ser una alemana 😀 : puro clasicismo cervecil.
Esta kellerbier de la Brauerei Leonhard Schübel (como tantísimas otras de por aquí, desconocida para mi) era naranja tirando a marrón, algo más oscura de lo habitual, pero turbia como acostumbra este estilo, y con una espuma cremosa bastante maja.
El olor, pues un clásico: que si un poquito acaramelada o quizá algo como miel, que si ese toque como a miga de pan que tanto me gusta, que si ahora te hago pensar un poquito en nueces o algo así, además de pensar que eso otro que asoma por ahí debe ser a lo que la gente se refiere cuando usan la palabra terrosa... para colmo, terminé por pesar que era un puntito ahumada. En fin, un placer para mi nariz 😆 .
El sabor me pareció curioso, pues al entrar en la boca la noté entre amarga y ácida de primeras, de una forma entre lupulada y algo que no sabría describir (quizá tipo té verde, como a veces las de trigo cuando van algo ácidas). Luego venía todo lo del aroma, ese sabor que me recuerda a pan con miel, pero también me pareció que era un poquito ahumada y lupulada, lo que compensaba muy bien el dulzor.
Lo peor fue lo rápido que desaparecía de la jarra, tenía una bebilidad a prueba de snobs cerveceros 😆 pero aun así me pareció sabrosa. En fin, muy buena, para repetir a diario con toda alegría. Al nivel del resto del Landbierparadies, y al mismo precio: 0.80€ de nada.
Engelszell Benno Trappistenbier
Engelszell Benno Trappistenbier - http://www.ratebeer.com/beer/engelszell-benno-trappistenbier/196688/
Pues la otra birra que nos llevamos del monasterio trapense de Engelszell tras visitarlo de pasada fue esta belgian ale (aunque en este caso es austríaca). Con que esté la mitad de rica que su Gregorius me vale 😀 .
Servida tiene un aspecto la mar de apetecible: entre granate y marrón, turbia y con buena espuma, pide a gritos acercar la nariz a ver qué se cuenta.
Y bueno, pues huele la mar de bien, un olor que me pareció muy dubbel belga, dulce y afrutado, con esos tonos que a mi me hacen pensar en frutas rojas maduras, tipo ciruelas o así. A pesar del dulzor me pareció que al terminar de inspirar venía un toquecillo como ácido, quizá cítrico, me recordó un poco a la riquísima Abbaye des Rocs de navidad.
Eso que era tan sutil en el olor tomó protagonismo en el trago, pues además de la fruta típica de una cerveza de estas me pareció en el regusto bastante más entre ácida y amarga de lo que yo esperaba. De hecho casi diría que era bastante lupulada, lo cual compensaba bien, redondeaba el trago para mi gusto, además de hacerla original.
Curiosamente, poco a poco el perfil belga más clásico fue ganando presencia hasta hacerme casi olvidar cómo había empezado. Sus 6.9º no me pareció que se notasen, excepto quizá en lo seca que dejaba la lengua.
Pues me pareció muy buena, sabrosa y con un punto original que además la alejaba muy mucho de ser empalagosa, y que gracias a cómo fue cambiando la hizo la mar de entretenida. Aunque no sale muy barata, al haberla comprado directamente en el monasterio, no fue para tanto: unos 2.50€.