Schneider Weisse Tap X Mathilda Soleil
Schneider Weisse Tap X Mathilda Soleil - http://www.ratebeer.com/beer/schneider-weisse-tap-x-mathilda-soleil/319360/
Las Tap X son ediciones que lanza anualmente Schneider, esa cervecera alemana que sólo hace cerveza de trigo (a cual más rica 😀 ). Ésta es la primera que comento en el blog, aunque antes he probado otras dos: la razón es que al ser algo caras sólo las compro si me topo con ellas.
En cualquier caso esta weizen bock (que es una cerveza alemana fuerte 0 starkbier de tipo bock pero hecha con trigo) lucía naranja, turbia y con una espuma gaseosa pero abundante.
Recién servida olía que alimentaba, a esa mezcla de trigo y lúpulo tan característica de la fantabulosa Tap 5, aunque quizá menos intensa. Me pareció entre cítrica y hierbosa, con un fondo panero y quizá un poquillo del típico plátano de las birras de trigo alemanas. Se atenuó un poco una vez aireada, pero aun así era un gustazo.
El sabor si que no tenía nada de atenuado, una buena bofetada de delicioso sabor desde el primer trago 😀 , siendo de nuevo esa combinación tan rica de dulce tipo trigo (es tan característico que es tipo miga de pan y plátano) y lúpulo cítrico y hierbosillo.
Me pareció que tenía un regusto más tosco que la Tap 5, al principio pensé que era algo alcohólica (a pesar de que tiene 7º, un grado menos que aquella) pero luego me quedé pensando si no sería algo más tipo especiado, tipo pimienta negra. No sabría decir.
Pues me pareció muy buena, una delicia cuya única pega es el precio: 9€ en el Orterer la hacen algo cara, sobretodo cuando la misma casa produce una cerveza no muy diferente mucho más barata.
Köstritzer Meisterwerke Witbier
Köstritzer Meisterwerke Witbier - http://www.ratebeer.com/beer/kostritzer-meisterwerke-witbier/258581/
Pues entre pañal y biberón estos días no hay tiempo ni ganas de escribir, pero se presentó una tarde tranquila y me apeció ver qué se contaba esta alemana de estilo belga, lanzada por Köstritzer en su línea Meisterwerke, un intento más de una grande de sumarse al carro de la cerveza artesana (y por mi parte es más que bienvenido 🙂 ).
Esta witbier (estilo de cerveza de trigo típico de Bélgica, siendo la Hoegaarden la más famosa) lucía rubia y con esa turbiez blanquecina típica del estilo. Daba el pego 😀 .
El aroma era bastante agradable, dulce, cítrico y con ese toque como a especias frescas y que ya he aprendido a asociar con el cilantro que se suele usar en las recetas de witbier. También me pareció que tenía un toquecillo a levadura, como el que se huele cuando sirves el poso de una weiße (la clásica cerveza de trigo alemana).
El sabor jugaba las mismas bazas, y era de nuevo muy agradable, aunque algo dulce para mi gusto. Pero se bebía muy bien, econ ese sabor que quiere ser cítrico pero que no es ácido en absoluto (más bien lo contrario), y ese punto como de frescura que le da el dichoso cilantro y que la hacía muy refrescante.
Quizá le eché en falta una burbuja más picosa, que por alguna razón me pega en este estilo, pero vaya, estos alemanes son unos cachondos: se tiran siglos haciendo las mismas cervezas, y cuando les da por probar otras cosas, parece que lleven haciéndolo toda la vida - o al menos a mi me pareció que estaba muy bien hecha.
Aunque con el tiempo he ido perdiéndole el gusto a este estilo se me hizo una buena birra que no me importaría tomar de vez en cuando. Además el precio acompañaba: me costó 1.4€ en un 4-pack del Hit.
Primátor Weizenbier
Primátor Weizenbier - http://www.ratebeer.com/beer/primator-weizenbier/36953/
Pues fue casualidad que lei esta entrada de Max y un par de días después, reorganizando las birras para hacer hueco, encontré la mencionada weisse, que todavía me quedaba del alijo de Michal, así que me dije "habrá que probarla" y como me contesté "tú mandas" la eché a la nevera 😆 .
Servida, esta cerveza de trigo checa lucía muy apetecible, naranja oscura, turbia y con levadura flotando, y una espuma cremosa de las de hacer copete, como me gusta a mi 🙂 .
Olía bastante dulce, muy tipo birra de trigo alemana, pero de las mezclan un rollo como tirando a chicle de fresa (al principio era algo que me hacía pensar en vainilla, ahora lo tengo más asociado a eso) con eso tipo miga de pan tan típico de una weisse bávara.
El sabor es peculiar, muy agradable, muy parecida al aroma al principio (panera y dulce afrutada) y dejando un regusto la mar de curioso que no sabría explicar bien, era como un poco cítrico o quizá tipo hierba, y se quedaba en toda la boca e forma peculiar. Diría que en ese regusto quería ser ácida, pero lo disimulaba la mar de bien (que esto tenga sentido o no es otro tema 😆 ), y quizá era la levadura, pues la que quedó en el culo de la botella parecía oler similar.
En cualquiera caso ese regusto la hacía más refrescante, adictiva si me apuras, a lo que contribuía su muy fina y picosa burbuja y sus moderados 5º, al menos de lo habitual comparada con las bávaras.
Pues estaba muy buena, quizá pelín dulce para mi, pero ese regustillo me gustó mucho, y la vi ideal para tomar a la solana como aperitivo. No sé lo que costaría, pero imagino que siendo checa y típica, bien poco 🙂 .
Bacchus Vlaams Oud Bruin
Bacchus Vlaams Oud Bruin - http://www.ratebeer.com/beer/bacchus-vlaams-oud-bruin/6105/
Esta Bacchus de la cervecera Brouwerij Van Honsebrouck es una de las primeras cervezas envueltas en papel que vi, y siempre me ha dado la impresión de ser un clásico, aunque nunca la había probado. En Ratebeer la ponen como una sour red (lo que antes llamaban sour o wild ale), pero para que no se nos enfade Pau 😉 , creo que sería una brune des Flanders Oud Bruin, de la zona flamenca belga.
Servida luce efectivamente marrón, con toques granates a transluz, y una espuma que se fue tan rápido como apareció 🙁 .
El aroma era muy agradable, ácido tipo vinagre con un toque que me pareció tirando a cítrico, a limón fresco, aunque igual es que mi cerebro se quedó enganchado a la maravillosa Fantome de ayer 😀 . Curiosamente al abrir la botella parecía que iba a ser intensa, pero luego por más que asomaba la nariz no me llegaba demasiado.
El sabor me sedujo menos que el aroma (al menos durante el rato en que éste decidió aparecer 😀 ), aunque no estaba nada mal: ácida y avinagrada, pero muy ligera y refrescante (a lo que contribuían sus moderados 4.5º), tirando mucho hacia la clásica Rodenbach, aunque aquella la recuerdo mucho más rica.
Ésta estaba buena pero le faltaba un algo, me recordó un pelín más de lo que me gustaría a vino tinto con casera, sin más. Acompañaría bien unos quesetes grasosos, pero a palo seco se hace quizá algo monótona. No tengo ni idea de dónde la compré ni qué precio tuvo, pero por ejemplo cuesta 2.95€ en el Cervecero, precio por el cual no repetiría.
Engelszell Benno Trappistenbier
Engelszell Benno Trappistenbier - http://www.ratebeer.com/beer/engelszell-benno-trappistenbier/196688/
Pues la otra birra que nos llevamos del monasterio trapense de Engelszell tras visitarlo de pasada fue esta belgian ale (aunque en este caso es austríaca). Con que esté la mitad de rica que su Gregorius me vale 😀 .
Servida tiene un aspecto la mar de apetecible: entre granate y marrón, turbia y con buena espuma, pide a gritos acercar la nariz a ver qué se cuenta.
Y bueno, pues huele la mar de bien, un olor que me pareció muy dubbel belga, dulce y afrutado, con esos tonos que a mi me hacen pensar en frutas rojas maduras, tipo ciruelas o así. A pesar del dulzor me pareció que al terminar de inspirar venía un toquecillo como ácido, quizá cítrico, me recordó un poco a la riquísima Abbaye des Rocs de navidad.
Eso que era tan sutil en el olor tomó protagonismo en el trago, pues además de la fruta típica de una cerveza de estas me pareció en el regusto bastante más entre ácida y amarga de lo que yo esperaba. De hecho casi diría que era bastante lupulada, lo cual compensaba bien, redondeaba el trago para mi gusto, además de hacerla original.
Curiosamente, poco a poco el perfil belga más clásico fue ganando presencia hasta hacerme casi olvidar cómo había empezado. Sus 6.9º no me pareció que se notasen, excepto quizá en lo seca que dejaba la lengua.
Pues me pareció muy buena, sabrosa y con un punto original que además la alejaba muy mucho de ser empalagosa, y que gracias a cómo fue cambiando la hizo la mar de entretenida. Aunque no sale muy barata, al haberla comprado directamente en el monasterio, no fue para tanto: unos 2.50€.