Augustiner Maximator
Augustiner Maximator - http://www.ratebeer.com/beer/augustiner-maximator/4559/
Pues me decidí a abrirme la doppelbock (el estilo de cerveza fuerte o starkbier por excelencia) de la cervecera estrella de Munich, Augustinerbrau.
Esta lager alemana lucía marrón a primera vista, totalmente granate a transluz, y transparente y sin burbuja a la vista, aunque la espuma beige era generosa y aguantó el tirón con decencia.
Me pareció al asomar la nariz bastante atenuada, agradable pero tímida. En cualquier caso muy de su estilo, dulce acaramelada con un fondo más quemadito, más como el caramelo que se quema para algunos postres. Me pareció que tenía también un toquecillo como.. áspero por decirlo así, que me hizo pensar en frutos secos (me hizo pensar en avellanas para ser más concreto 😆 ).
El trago me soprendió. La he tomado de barril varias veces y la recordaba diferente, más asperota. Ésta botella era sabrosa (mu parecida al aroma, tirando dulce con un regusto como a frutos secos tostados, esto último ganando conforme ganaba temperatura) pero sorprendentemente delicada, el trago entraba con peligrosa facilidad y desaparecía muy rápido del paladar, dejándolo limpio y haciéndote olvidar que tiene unos respetables 7.5º.
Era bebible e incluso un punto refrescante, y con una burbuja realmente minúscula, se hacía traicionera a pesar de ser potente y sabrosa. La verdad es que me encantó, sobre todo porque no la esperaba así, pero esta vez me pareció de las mejores doppelbock que he probado, y con un precio acorda a la ciudad a la que pertenece: me costó 1.10€ en el Willibald Getränkemarkt (que no es de los más baratos)
Locher Alpstein Bock
Locher Alpstein Bock - http://www.ratebeer.com/beer/locher-alpstein-bock/264516/
Mi hermana y mi (futuro) cuñado me visitaron en verano tras una ruta por los Alpes suizos, y me trajeron un par de birras, entre ellas esta heller bock (una bock es el estilo de cerveza fuerte alemana más tipico, y heller, pues que no es oscura) de la cervecera suiza Locher Appenzeller Bier.
Lucía rubia tirando a naranja, ligeramente turbia, apetecible pero un poco tristona por culpa de la diferencia de capacidad entre botella y jarra 😀 .
El aroma me pareció curioso, ya que a los típicos toques que me recuerdan a miel tan típicos en las bock alemanas se unía un algo mucho más... como oscuro. Era como acaramelada, pero como si el caramelo estuviese quemado, y al rato no sé, me pareció afrutada, me hizo pensar un poco en una tripel belga, aunque en teoría tenga poco que ver con aquellas.
El trago en cambio me pareció totalmente alemán, al menos lo que yo tengo asociado con las bock rubias: dulce, tipo miel, y bastante maltosa, como densa en el trago. Pero yo normalmente las encuentro empalagosas, y en cambio ésta se me hizo muy bebible, muy bien hecha, con un final en el que se mostraba algo alcohólica (sus 8º no son tontería), pero de una manera nada molesta para mi gusto.
En definitiva, bastante redonda: la primera bock rubia que me gusta tanto como una buena doppelbock. Me pareció muy buena birra, aunque de precios no sé porque fue un regalo (gracias Enric 😀 ).
Straffe Hendrik Brugs Quadrupel
Straffe Hendrik Brugs Quadrupel - http://www.ratebeer.com/beer/straffe-hendrik-brugs-quadrupel/130335/
Recuerdo que me terminó sorprendiendo bastante la tripel de esta serie de la cervecera belga Huisbrouwerij De Halve Maan, así que había ganas de abrirse la quadrupel a ver qué tal.
Servida lucía muy oscura, granate a trasluz, y con una espuma cremosa que, en parte por la copa, aguantó bien el tirón.
Asomado el hocico, llegaba todo lo que había venido a buscar después de un tiempo sin darle a lo belga: dulce, intensa, afrutada, me recordó mucho a un bizcocho al licor, de esos que llaman borrachos. No es la primera vez pero en ésta fue lo primero que pensé. Incluso me hizo pensar en cómo huele el ron (cosa rara en mi que no soy nada aficcionado).
Al trago me pareció realmente rica, lo primero que me vino a la cabeza fue que era muy redonda: empezaba dulce, muy afrutada y acaramelada, tipo regaliz, para enseguida dejar paso a un agradable calor alcohólico tipo el que dejaría un licor, y que además duraba en la boca mucho rato.
En los siguientes tragos se hacía menos alcohólica (aunque seguía ahí) y a la fruta se le unió el caramelo, lo que a mi me parecía tipo piruleta, pero como quemada, como a veces se quema el caramelo en un postre.
Un señor copazo, sabrosa como ella sola y traicionera con sus 11º que, si bien no están disimulados, no molestan en absoluto. Eso si, a mi se me terminó por hacer empalagosa, la recomendaría para tomar a sorbitos con un buen capítulo de Boardwalk Empire (o varios de Family Guy, tampoco hay que ponerse exquisito 😀 ) y quizá acompañar la segunda mitad con algo de comer.
Aun así, me pareció muy buena, y con un precio que, si bien no es bajo, es razonable para el tipo de cerveza que es: la compré, como parte de las recomendadas por Pau (gracias!), por 2.70€ en La Boutique de la Cerveza.
Velebitsko Tamno
Velebitsko Tamno - http://www.ratebeer.com/beer/velebitsko-tamno/13028/
Mientras estábamos en Korenica los majísimos dueños de la casa en la que nos alojamos nos recomendaron, entre otros productos locales, una cerveza de la zona, Velebitsko, y nos regalaron un par de botellas de su rubia. Por suerte yo había encontrado esta tmavý en un super de la zona (sin saber nada, pues estábamos totalmente desconectados), y me llevé alguna botella.
Esta croata de Pivovara Ličanka era granate muy oscura, casi negra a simple vista, pero transparente a trasluz y con una espuma beige bastante maja.
Despedía un delicioso aroma dulce como a praliné (chocolate y caramelo, vaya) pero como si eso estuviese asado, es decir, sin llegar a ese olor a quemado que tienen las más oscuras pero acercándose. Aquello raro de la Telenn-Du estaba muy presente (nunca sabré describirlo 😆 ). En ese momento me recordó muy mucho a una dunkel checa, de hecho a aquella Ferdinanda que tengo idealizada (o eso parece, ya que nadie opina que sea tan buena como me pareció, y no la he vuelto a probar. 😀 ).
El sabor era también dulce, pero más comedida que en el aroma, y si bien seguía siendo ese rollo como a chocolate o caramelo tostado (a ratos algo más tirando como a nueces), tenía un toque como aguado, pero de ese que la hace refrescante y curiosa, eso que creo que algunos describen como mineral y que siempre me parece acertado sin saber por qué.
Pues olía espectacular y estaba muy buena, sabrosa pero refrescante. A ciegas hubiese dicho que era checa, dentro de lo poco que he probado de aquel país me recordó mucho (y de heco está catalogada como tmavý, el tipo de lager oscura checa más habitual). Además fue la más barata hasta ahora, 6.40HKR (unos 0.85€).