Rodenbach
Rodenbach - http://www.ratebeer.com/beer/rodenbach/1193/1/1/
Una nueva marca belga flamenca, de las más conocidas en los círculos cerveciles, en una variedad que fue proclamada como la cerveza más refrescante del mundo por el famoso cazador de cervezas Michael Jackson (si, hay más gente que se llamaba así además del que todos conocemos :-D). Con esta fama, no lo dudé a la hora de decidir cuál tomarme después de 42 kilometrillos en la bici en un día caluroso 🙂
El caso es que al ver el estilo de la cerveza, sour o wild ale (que creo que son cervezas de fermentación espontánea o parecidas pero que no se pueden clasificar en ninguno de los estilos habituales de este tipo de fermentación), me sorprendió, ya que normalmente estas cervezas son de estilo ácido tipo sidra, y no me pegaba para nada con la idea que tengo yo de lo refrescante. De hecho, el estilo que ha dado fama a Rodenbach es el de mezclar cervezas jóvenes fermentadas en tanques de metal y cervezas viejas añejadas en barriles de roble durante varios años (en esta versión, el porcentaje es 75% joven 25% vieja).
Al servirla tenía color granate oscuro turbio. La espuma fue generosa, pero de tipo gaseosa, y no me duró ni un minuto en la copa :-(. El aspecto era bueno, aunque no lo que yo asocio a una cerveza para refrescar :-).
Al acercar la nariz... um, nuevamente noté ese aroma que me recuerda a la sidra... por momentos me hizo pensar en el vino, pero luego... no, no, era rollo sidra, con ese mismo toque dulzón que no me gusto nada en la Lindemnas Faro, pero muchísimo más suavizado que en aquella. No es mi tipo de aroma preferido, me gusta mucho lo que noto de frutas (así tipo manzanas ácidas y quizá también algo de cerezas), pero sigo notándolo un poco dulce para mi gusto.
El sabor también me pareció de ese tipo, pero con mucho menos dulzor, lo que me sorprendió en contraste con el aroma (y me agradó mucho 🙂 ). Apenas pude percibir el sabor más típico de la cerveza, ese amargo lupulero, me recordó más a una sidra, pero de las de verdad, de las ricas :-D. Tenía un sabor amargo muy suave y refrescante que por momentos me recordó un poco a las weisse de trigo (también en algún momento me hizo pensar en el té), pero acompañado de un ácido afrutado nada peleón y muy agradable. También me pareció bastante gaseosa. Conforme bebí más si que la noté un pelín más dulce, tipo cereza, más cercana al aroma, pero sin llegar a molestarme.
Es curioso, nunca lo hubiese dicho al olerla o tomar el primer trago, pero si que me pareció ciertamente refrescante. Me calmó la sed sorprendentemente bien (y eso que llevaba mucha :-D), y entró muy suave y agradable. Aunque el tipo de aroma no me terminó de convencer, me pareció una gran opción para hidratar sin renunciar a un sabor realmente trabajado y entretenido. Me costó unos muy aceptables 1.70€ en El Cervecero, así que seguro que repetiré.
Pingback: Rodenbach Grand Cru « Una cerveza al día…()
Pingback: Rodenbach Vintage 2009 « Una cerveza al día…()